Me tumbé a echar una siesta
pero cada vez que cerraba los ojos
pasaban cirros
lentamente sobre el Estrecho,
camino a Canadá.
Y las olas
rompían en la playa
y luego volvían nuevamente.
Sabés que no sueño.
Pero ayer soñé que estaba viendo
un entierro junto al mar.
Al principio quedé pasmado.
Y luego lleno de pena.
Pero me tocaste el brazo y dijiste:
“No, todo es perfecto. Era muy vieja,
y él la quiso toda su vida.”
Raymond Carver
pero cada vez que cerraba los ojos
pasaban cirros
lentamente sobre el Estrecho,
camino a Canadá.
Y las olas
rompían en la playa
y luego volvían nuevamente.
Sabés que no sueño.
Pero ayer soñé que estaba viendo
un entierro junto al mar.
Al principio quedé pasmado.
Y luego lleno de pena.
Pero me tocaste el brazo y dijiste:
“No, todo es perfecto. Era muy vieja,
y él la quiso toda su vida.”
Raymond Carver